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Denuncia contra el ejército

Fue una pesadilla, dice víctima de levantón

12 Septiembre 2008

Cd. Juárez, Chihuahua

Luz del Carmen Sosa

El Diario

Han transcurrido varios días desde que recobraron su libertad, pero el miedo a los militares persiste entre los cuatro jóvenes que, afirman, fueron “levantados” por soldados el lunes pasado y liberados en horas y lugares distintos.

Las víctimas acusan directamente a elementos del Ejército Mexicano como los responsables de los delitos de privación ilegal de la libertad, tortura, lesiones, robo y lo que resulte. Y aunque la denuncia fue interpuesta ante el Ministerio Público, acudirán ante la Procuraduría General de la República para interponer la denuncia formal contra el personal de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Sin embargo, personal de la Secretaría de la Defensa Nacional en todo momento ha negado haber realizado las detenciones de los cuatro hombres.

“Voy a tratar de que pensar que todo esto fue una pesadilla para que no me afecte tanto”, dice Rodolfo Oropeza, quien junto con Ismael Talavera Holguín fueron liberados cerca de la carretera Panamericana la madrugada del miércoles.

Rodolfo Oropeza y Víctor Manuel Pasillas Trevizo concedieron una entrevista y cada uno narró las horas de terror que vivieron tras ser detenidos en un retén militar que fue instalado en la avenida Ejército Nacional.

‘Pensé que nunca iba a salir': Rodolfo— Víctor Pasillas, Luis Carlos Sigala, Ismael Talavera y Rodolfo Oropeza tripulaban un vehículo Jeep Liberty modelo 2003, Víctor portaba la cantidad de 12 mil pesos para comprar un automóvil y esa transacción comercial además de la compra de pizza's era lo que hacían los jóvenes cuando fueron copados por los soldados en la vialidad primaria.

“Nos detuvieron, nos pusieron capuchas en la cabeza y nos trasladaron a un lugar que yo creo era la Guarnición Militar ”, expresó Rodolfo.

Una vez dentro del cuartel militar, “nos metieron a nosotros cuatro a un cuarto a Víctor lo empezaron a torturar, luego siguió Ismael. Oía los gritos, el agua que les arrojaban, se siente muy feo porque yo estaba vendado y no veía sólo oía lo que les estaban haciendo”, Luego tocó su turno y el miedo lo invadió, recordó. “Cuando tocó mi turno me dijeron ‘si no cooperas te vamos a meter a la sala de masajes' , dijo.

“Tuve mucho miedo, después de que me torturaron me dijeron que eso era apenas la bienvenida, que al amanecer me iba a ir peor, estuve mucho tiempo pensando en la tortura”, agregó.

Los militares, explicó, fueron cuidadosos de no mencionar nombres, apodos, claves o cualquier cosa que pudiera identificarlos.

“Había una persona que me decía que soltara todo, que para quién trabajaba. Yo le decía que íbamos a vender un carro, que yo trabajo en una herrería, pero nos volvían a echar agua”, recordó.

Durante su “estancia” en el lugar, los cuatro amigos permanecieron con los ojos vendados y esposados, sentados en el suelo primero de un cuarto y luego en la caja de un camión.

Tampoco les permitieron dormir, ya que apenas dormitaba y los levantaban a puntapiés, otra tortura fue la falta de alimentos y la negativa para realizar sus necesidades fisiológicas.

“El martes por la mañana a mí me dieron agua, frijoles, sopa y huevo, todo estaba frío, casi congelado; a la hora de la comida me dieron frijoles y un guisado también frío”, agregó.

Los jóvenes no deseaban ingerir los alimentos para no verse obligados a requerir el servicio sanitario, ya que era motivo de golpes o insultos, dure toda una noche sin hacer del baño solo orinar. La madrugada del miércoles recordó que lo agarraron con fuerza y lo subieron a una camioneta.

“Pienso que me anduvieron paseando ahí mismo, luego salimos de ahí y a mí me dejaron por la Panamericana , me dijeron hacia donde corriera y que ahí me iba a topar con tu de mis compañeros que nos habían soltado de la cárcel”, narró.

Rodolfo no conocía el lugar donde había sido abandonado, pero luego de caminar a oscuras por una calle de terracería se encontró con su amigo Ismael, ambos se abrazaron y pensaron que los otros dos compañeros también habían sido puestos en libertad.

Pidieron un aventón y los llevaron a sus hogares donde su familia los esperaba.

“Me siento con miedo, no ando con confianza en la calle porque los militares me dijeron si me volvían a agarrar no iba a salir de esa”, acusó.

El joven quiere tener la oportunidad de hablar con el gobernador José Reyes Baeza Terrazas y el jefe de la zona militar para pedirles que intercedan a fin de que los militares que patrullan la ciudad actúen con mejor criterio.“Nosotros no somos criminales, no merecemos que nos traten así, somos personas que trabajamos, estudiamos, deportistas, no nos merecíamos eso nosotros ni muchas de las personas que junto con nosotros estaban adentro y les decían que los iban a cargar con droga”, aseguró. “Yo trabajo con mi papá en un taller, estoy entrenando box junto con Víctor y jugamos en un equipo de fútbol.

‘Pensé que si moría, era voluntad de Dios': Víctor Pasillas— Su mente está en el próximo combate. El joven pugilista hoy se aferra a este deporte, que es su pasión, para olvidar lo vivido en lo que cree fue el cuartel militar.

“Me golpearon, me colocaron bolsas de plástico en la cara para asfixiarme, me aventaron chorros de agua helada y me abrían la boca para que me ahogara”, recordó.
Ayer a medio día acudieron con el abogado, el cual contempla querellarse ante la PGR. “Queremos que todo quede asentado por si llega a haber represalias, nosotros buscamos paz y que todo se haga conforme a derecho”, agregó.

“Yo me la paso hablando con Dios en las buenas y en las malas, resignándome a que si algo me pasaba era voluntad de él”, dijo.

Algo que lo confortaba era la certeza de que su familia lo buscaría. Donde fuera. “Siempre hemos sido una familia unida, que ha empezado desde abajo sabia que iban a estar preocupados”, agregó.

El boxeador profesional dijo que hubo un momento en que pensó que quedaría preso porque él iba manejando el vehículo donde supuestamente había droga. El miércoles a él y a su amigo Luis Carlos los liberaron.

Víctor Manuel junto a sus amigos demandará al personal de la Sedena por tortura, privación ilegal de la libertad, lesiones y robo, ya que los 12 mil pesos que portaba no le fueron regresados.

Contacto: lsosa@redaccion.diario.com.mx

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